Gracias y Adios al Doctor David John Carmos

Hoy decimos adiós a un hombre extraordinario, un sanador talentoso y un sabio maestro. El doctor David John Carmos había dedicado gran parte de su vida al estudio y la enseñanza de las formas de curación de Jesús y los Esenios, una antigua secta judía mística que es más conocido por haber escrito los Rollos del Mar Muerto.

Según los historiadores, los esenios pudieron haber vivido cerca de tres veces más que sus contemporáneos, debido a su estilo de vida limpio, vegetariano, disciplinado y amoroso. Los esenios eran conocidos por adoptar a niños abandonados y cuidar de ellos. El doctor David se convirtió en obispo de la orden de los esenios.

Mientras regresaba de una misión en Brasil, David fue encarcelado injustamente en México. Mientras cumplía su condena de diez años, David realizó más de 18.000 tratamientos… la voz había viajado por todo México y las personas en necesidad de curación se alinearía fuera del centro penitenciario. En su tiempo libre, David escribió 12 de sus 15 libros.

Recientemente tuve la suerte de conocer a uno de los estudiantes y de los amigos más cercanos de David, el Dr. Shawn C. Miller, quien a su vez es notable, disciplinado y sabio. Me siento especialmente agradecido con el Dr. Miller por haberme regalado el libro El Maestro Esenio: Evangelio de la Curación, lo cual fue el primer libro publicado después de la liberación de David. El libro, escrito con maestría en metro y rima, se divide en nueve partes.

El siguiente es un extracto de la primera parte de El Maestro Esenio:

The Spirit of God is seen in the Path of every way,
in the falling of the rain, in the sprouting of a seed,
in the snowflake, in the wave,
and in the breaking of the day.

The Spirit in its various forms
is felt in the light of the full moon,
in the glow of the evening stars,
in the fog of the clouds,
in the cool warm of the sunset,
and in the dampness that makes the dew wet,
in the color of a flower,
in the wave crest’s awesome power,

in the ability of wild oats themselves to sew,
in the magic of a mustard seed, within itself to grow,
within a flock of sheep,
the knowledge of a ewe its young to know,

in the softness of a springtime breeze,
in the society of a hive of bees,
in the intricacy of a spider’s web,
in the recession of a tide at the new moons ebb,
in the river rapids constant flow,
in the presence that makes a toothless baby’s smile glow,
in the thunder and lightning of the first storm of spring,
and in the voice of the nightingale when it sings.

Doy las gracias a David por sus sabias palabras y el ejemplo hermoso que fue su vida en la Tierra. Os dejo con el siguiente extracto de la Cuarta Parte de El Maestro Esenio, ya que es especialmente apropiado para decir adiós a un amigo muy querido:

Life is our opportunity to experience and
to grow according to a certain plan
and when we have exhausted this earthly shell,
then we complete another life’s span.

Then enters death, which in reality
is no enemy of man,
but another opportunity
to in other ways grow and expand.

Death is but the knife which cuts the cord
that anchors the human ship to Earth,
that it might sail the oceans of the spirit world,
until it finds a new port, to experience another birth.

When a soul and body go their separate ways,
which is a time of growth and rest,
then the spirit enters on another phase;
somewhat like leaving an old cow loose in a field,
to stand in the warmth of the sun and graze.

The calls of death are always for the best,
for we are solving further dilemmas there,
as well as continuing on our spiritual quest.